Mantener actualizados todos los sistemas operativos, programas y aplicaciones que utiliza tu farmacia es una de las medidas más importantes para garantizar la seguridad de los datos de los pacientes y la continuidad del negocio. Las actualizaciones periódicas no solo corrigen errores y mejoran el rendimiento, sino que también incorporan parches de seguridad esenciales para proteger los sistemas contra nuevas amenazas, como virus, malware y ataques de ransomware.
Es recomendable activar las actualizaciones automáticas siempre que sea posible y revisar regularmente que todos los dispositivos conectados a la red de la farmacia, incluidos ordenadores, tablets, servidores y sistemas de punto de venta, estén correctamente actualizados. Además, complementa estas actualizaciones con un antivirus confiable, un firewall activo y la verificación constante de las configuraciones de seguridad para reducir al mínimo las vulnerabilidades.
Adoptar esta práctica habitual no solo protege la información sensible de tus pacientes, sino que también asegura que los procesos internos de la farmacia, como la gestión de inventarios, la dispensación de medicamentos y la atención al cliente, funcionen de manera eficiente y segura.
