Cada vez llegan más a nuestros oídos fallos de seguridad en los que nuestros datos personales quedan expuestos frente a terceros. La seguridad informática no entiende de límites y hasta las compañías u organismos de gran magnitud pueden tener este tipo de problemas. Fue el caso de una reciente reunión de la Unión Europea.
Durante la videoconferencia en materia de defensa de la Unión Europea se reunieron dirigentes de diferentes países. Todo se desarrolló con normalidad hasta que una ministra holandesa publicó de manera inofensiva una foto de la reunión en la que estaba participando. ¿Dónde está el problema?: En la imagen aparecían las claves de acceso al evento, en un documento casi inapreciable, pero allí estaban.
Momentos después, aprovechando el descuido, un periodista holandés se coló en la reunión y, a pesar de que Josep Borrel pudo darse cuenta de su presencia al instante, e invitar a este a abandonar el encuentro, los temas que se abordaban en la conversación quedaron expuestos, asuntos confidenciales y delicados, en materia de defensa.
Este suceso que, a pesar de que no derivó en problemas mayores, es un gran ejemplo de con qué facilidad pueden quedar desprotegidos nuestros datos y de los riesgos que ello puede generar. Por esto, lo adecuado es preguntarse qué podemos hacer para evitar este tipo de situaciones que le suceden hasta a las instituciones de la envergadura de la Unión Europea.
Es importante emplear software informático que proteja nuestra información, que mantenga ocultas nuestras contraseñas o que utilice el sistema de verificación en dos pasos. Revisa periódicamente la fortaleza de tus contraseñas, evita repetir las mismas en diversas plataformas y modifícalas cuando sea oportuno. Así mismo cuida cómo y qué información compartes on line. Un descuido puede ocasionar un desastre en cuanto a conservación de la privacidad.
