Los avances tecnológicos en el ámbito sanitario han supuesto una mayor eficiencia en la práctica laboral. La rapidez y la actualización de datos han permitido una mejora en la adecuación al paciente.
La tecnología apunta a empoderar a los pacientes, haciéndoles gestores de su salud. Y para ello, el farmacéutico puede colaborar con la promoción del uso de las tecnologías móviles. La Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP) ha publicado recientemente una guía sobre el uso de herramientas móviles orientadas a profesionales del ámbito de la sanidad.
Aplicaciones desarrolladas por y para profesionales de la salud
Actualmente existe una multiplicidad de plataformas emergentes que el farmacéutico puede tener en cuenta por su potencial impacto como:
- Localizador geográfico de farmacias comunitarias.
- Sistemas para mejorar la efectividad y seguridad. Un buen ejemplo es la herramienta Sifarma Safety, una app portuguesa que se integra con el sistema de la farmacia para garantizar un mayor control del espacio a través de alarmas o indicadores que permiten al responsable monitorear y observar la evolución del negocio, así como las variaciones del mercado. En España se hayan casos similares en forma de software, como por ejemplo Farmatic. Unycop, Nixfarma…
- Accesibilidad al historial de medicamentos de cada paciente. Gracias a ‘apps’ como Patient Portal, el farmacéutico puede acceder a la información médica del cliente para poder proporcionar un mejor asesoramiento en la provisión de la medicación y un mayor control de la adherencia terapéutica.
- Mensajería directa con los pacientes. De este modo, los farmacéuticos pueden enviar a los pacientes mensajes individuales o a grupos vía aplicaciones seguras. En España, las aplicaciones especializadas más recurrentes y fiables para interactuar con los pacientes son PharApp o MediSafe, pese a que muchas farmacias utilizan también Whatsapp.
- Chats online con otros farmacéuticos.
Herramientas de referencia para la práctica farmacéutica
El pragmatismo tecnológico puede ayudar a proporcionar un servicio de mayor calidad. La Federación Internacional de Farmacéuticos propone herramientas como las siguientes:
1. Aplicaciones que ofrecen información de productos como indicaciones, dosis, contraindicaciones, efectos adversos… En España, el Consejo General de Farmacéuticos ha creado la aplicación Bot Plus con este fin.
2. Calculadoras clínicas, como la ‘app’ CliniCalc Medical Calculator, útiles para la provisión de dosis concretas de ciertos medicamentos.
3. Guías que proveen de evidencias científicas y ofrecen recomendaciones a los farmacéuticos para asesorar al paciente. Un buen ejemplo es la guía de recursos online sobre la hipertensión desarrollada por la American Heart Association.
4. Los móviles también pueden ofrecer enlaces a literatura científica: estudios, informes o artículos mediante plataformas como Pubmed o MEDline.
5. Ciertos dispositivos móviles actualmente están diseñados como herramientas de diagnóstico como, por ejemplo, la aplicación americana Dexcom Continuous Glucose Monitoring para medir los niveles de glucosa en sangre.
6. La educación en el terreno sanitario es continua y, por ello, se han desarrollado ‘apps’ como Health Care Academy para poner a prueba a los farmacéuticos mediante estudio de casos o bien ofreciendo nuevas lecciones académicas.
7. Por último, herramientas como Drug Shortage pueden ayudar a comprobar la disponibilidad de medicamentos. Sin embargo, este tipo de aplicaciones solo se encuentran disponibles, por ahora, en Estados Unidos. En España, por el contrario, se pueden consultar webs como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.