Una farmacia es una de las inversiones más seguras de futuro para los farmacéuticos y las farmacéuticas.
Las cifras de facturación de las oficinas de farmacia en España en los últimos ejercicios han permanecido estables en torno a los 900.000€ también en el 2020, que se produjo una leve redistribución de las ventas entre boticas provocada por la crisis sanitaria
Una farmacia es una de las inversiones más seguras de futuro para los farmacéuticos y las farmacéuticas. Su adquisición supone materializar un sueño motivador que les permitirá trabajar en su futuro, siendo propietarios y estar al frente de un negocio muy rentable generando patrimonio propio.
Las cifras de facturación de las oficinas de farmacia en España en los últimos ejercicios han permanecido estables en torno a los 900.000€, también en el 2020, que se produjo una leve redistribución de las ventas entre boticas provocada por la crisis sanitaria en la que estamos inmersos y que modificó nuestras rutinas diarias. Además, ha tomado cada vez más peso la venta libre que ha aumentado un 5% en los últimos 5 años, disminuyendo por tanto la dependencia de la facturación en torno a los medicamentos y llegando al actual mix de 70% S.O.E. y 30% V.L.
La concesión de nuevas aperturas está regulada y limitada por la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica y atiende a criterios de población que organiza cada Comunidad Autónoma; por tanto, son muy limitadas y la alternativa más factible para ser titular es la adquisición de una licencia de una oficina de farmacia en funcionamiento. En este caso, los precios de compra van a fluctuar según distintos criterios como son la facturación, la ubicación, la estructura de personal, los gastos de explotación o el horario, entre otras. Además de todas estas condiciones, es importante también tener en cuenta la particularidad de cada zona.
¿Cómo podemos financiar la compra de una farmacia?
En primer lugar, es indispensable evaluar la situación de partida y condiciones del cliente para hacer el traje a medida para cada operación. En base a esto, las formas más habituales para estructurar la compra de una botica son la aportación de fondos propios, la solicitud de préstamos a entidades financieras y a través de mayoristas o Sociedades de Garantía Recíproca.
El comprador, como decimos, necesitará contar con un porcentaje de liquidez mínimo inicial de en torno al 15% o 20% del total de operación, incluyendo todos los gastos. La entidad financiera, para poder realizar el estudio de la operación, solicita una tasación realizada por una empresa homologada y especializada en el sector.
A la hora de realizar el estudio de viabilidad del negocio de tendrán en cuenta una serie de variables y datos financieros como son facturación de la botica, distribución de las ventas por familias, precios medios por receta o estructura de gastos con los que se explotará el negocio tras el cambio de titularidad y EBITDA del futuro titular. También se tendrán en cuenta otros elementos cualitativos como pueden ser la proximidad de otras farmacias, la distancia a centros de salud, la población potencial atendida, el área geográfica de influencia, el estado del local y, sobre todo, factores de mejora en la atención al paciente.
Una vez tengamos la tasación de la farmacia debemos estructurar el préstamo que recae sobre el propio negocio para constituir una hipoteca mobiliaria. Los porcentajes medios estándar que se prestarán sobre el propio negocio de farmacia rondarán en torno al 75% del L.T.V (Loan to Value), importe prestado sobre el valor de tasación. No debemos dejar de tener en cuenta que cada entidad tendrá sus propios porcentajes y límites. Si también se adquiere el local en el que se desarrollará la actividad económica, se procederá a su tasación y se constituirá una hipoteca inmobiliaria con un porcentaje medio de L.T.V. dependiendo la entidad financiera de en torno al 70%. En caso de no cubrirse el total del importe necesario para cubrir la operación, podrán ser solicitadas otras garantías reales como pueden ser inmuebles del comprador o familiares -en este caso entra la figura de hipotecante no deudor-, o también podría ser solicitado un avalista.
A la hora de financiar la parte de activo circulante (existencias) además de los préstamos hipotecarios a largo plazo, podremos optar por la utilización de otras opciones como son los préstamos de distribuidor a un plazo entre 5 y 7 años, o las pólizas de crédito autorrenovables a 3 años.
Con todo esto, como acabamos de ver, una operación de estas características conlleva unos trámites administrativos que no son sencillos ni pocos. Así, aunque como decimos los plazos de gestión pueden variar en función de la Comunidad Autónoma, actualmente el tiempo medio de compra se sitúa en torno a los tres meses. Por eso es importante que expongas tu caso a expertos mediadores que te guíen a lo largo de todo el proceso. En FarmaQuatrium ponemos a tu disposición nuestro liderazgo en gestión de compraventa de Oficinas de Farmacia para ayudarte a conseguir tus sueños, ofreciéndote un servicio fiable, discreto, profesional y humano que hemos ido perfeccionando con los años. ¡Queremos estar contigo!
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Gustavo Castro
Director Financiero de FarmaQuatrium